Interrogantes surgen en la muerte del modelo venezolano fallecido en Miami
Vecinos del Flamingo Towers escucharon gritos. Una discusión, en el apartamento del piso siete donde vivía Jorge Ilich, el nombre artístico del arquitecto mirandino Jorge Lenín Navas, de 26 años. El modelo moriría, minutos después, al estrellarse contra el pavimento del estacionamiento del condominio.
Ilich se había mudado a Miami, Estados Unidos, para construir su carrera como modelo y actor. La arquitectura quedaba atrás. Los emprendimientos propios estaban a la orden del día. Jorge comentaba que estaba dedicado al lanzamiento de una página web, Ilichland. No obstante, el dominio no está registrado en ningún país del mundo.
Tampoco consta en redes sociales: no está en Instagram, ni en Twitter, ni en Facebook.
Al margen de su trabajo, evidenciado en su cuenta en Instagram, Jorge_Ilich, están las declaraciones de sus familiares. “Jorge no atravesaba por problemas económicos, ni laborales. No tenía motivos para suicidarse”, dijo su tío, José Gregorio Navas, al diario Nuevo Herald, el domingo en la noche, cuando se atendió la emergencia.
Las gráficas que posteaba Ilich en su cuenta en Instagram, datan de noviembre de 2013. Cada cierto tiempo, subía alguna fotografía, casi todas son suyas en exclusiva. Las hay de tiempo libre, de fotografía profesional y de modelaje artístico.
Al modelo también le interesaba la actuación. Se había inscrito —según su cuenta Instagram— en el Instituto Zavaleta de Actuación y Artes, dirigido por el actor mexicano Hector Zavaleta.
La muerte de Ilich es el cuarto hecho violento que se registra en las Flamingo Towers de Miami Beach. En agosto de 2015, un hombre murió al ser golpeado por una mesa de cristal que voló desde uno de los balcones durante una tormenta.
Luego, en ese mismo mes, un tiroteo se registró en el tercer piso del edificio. Un gatillero cayó abatido al enfrentar a la Policía del condado de Dade. Otro fue detenido.
Así se fue tejiendo el “aura negra” de la construcción, ubicada en el número 1580 de la Bay Road, a orillas de la bahía Vizcaína.
La balacera no sería la última tragedia del edificio. En febrero de este año —reseña el portal Miami Digital—, dos niños encontraron a su madre muerta en uno de los apartamentos, en el segundo piso. Por el crimen buscaban al esposo de la mujer, quien se suicidó, lanzándose de otro edificio, situado del otro lado de la bahía Vizcaína, en la zona conocida como Overtown.
En mayo de 2014 la revista Meade, editada en el Reino Unido, le dedicó una reseña a Ilich. En su Instagram invitaba a revisarla.
“Aquí vamos”, escribió, en inglés, en septiembre, acompañando una gráfica en ropa íntima, firmada por la agencia Men’s Model Management, con sedes en Miami, Nueva York y Puerto Rico.
Uno de sus amigos, quien firma en Instagram como Sam Torrelles, escribió en una foto de Ilich: “Aunque cada quien está librando sus propias batallas, no creo que él fue capaz de tomar esa decisión”.
A su sorpresa se une la de la familia. Había hablado con su madre, minutos antes de volar por el balcón hacia la muerte. “Hacía chistes. Estaba normal”, dijo su hermana. “No tenía motivos para suicidarse”, enfatizaron.
La policía sigue manejando la tesis del suicidio. Los Navas aseguran que pasó otra cosa.
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